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viernes, 17 de agosto de 2012

Coleccionismo y Pequeñas Colecciones

Doméstica de María Laura Vázquez.

Para el coleccionista, la verdadera libertad de todo libro se encuentra en alguna parte en sus estantes.  Walter Benjamin



El coleccionismo como la acción de seleccionar y reunir objetos de la misma clase considerados valiosos, está presente en el mundo del arte y en la vida cotidiana. Colecciona quien sintiendo atracción por determinados objetos a los que ha dotado de valor, los adquiere según distintas motivaciones que le producen satisfacción…  ¿por sentirlos cerca y disponibles para el deleite?, ¿para incrementar el patrimonio económico?, ¿para obtener prestigio y status?, ¿por conseguir  la pieza clave que completa la serie?, ¿las colecciones se completan?. Estos interrogantes ayudan a explorar la riqueza que el tema posee.


El coleccionismo es un hábito presente en distintas edades y niveles socioeconómicos, desde las colecciones de figuritas de la infancia, las colecciones de fotos de los artistas predilectos durante la adolescencia, a las colecciones de películas, libros o revistas de la vida adulta. Además de otros coleccionismos variopintos que encontramos en casas de amigos o familiares, tales como colecciones de llaveros, cajas de fósforos, piedras, postales. Excepto estos últimos donde prevalece el valor sentimental,  el coleccionismo  se enmarca en la cultura materialista del capitalismo occidental, en cuanto a la importancia que tiene el consumo de las cosas a través del “libre” juego del mercado y de la moda (Appadurai, 1991). Todos recordamos las campañas de nuestra infancia para completar los álbumes de figuritas del personaje de la serie televisiva del momento, o las revistas de la adolescencia, con la profusión de fotos de las estrellas de rock o de los actores de las películas más taquilleras. Podríamos decir un coleccionismo de consumo, efímero en el que interviene “el culto al star” (Benjamin, 1939).


También está el coleccionismo de elite que, en virtud de un conocimiento específico, persigue objetos de comprobada calidad y de alto valor económico, presente en las colecciones de libros, de mapas, de obras de arte, entre otros.


El Proyecto estético educativo Pequeñas Colecciones adopta como eje  la idea de colección, por ser aún hoy un concepto abarcador que ilumina distintos niveles de acción e interpretación. 


Colección número uno, Mundo Hogar, primera muestra del proyecto Pequeñas Colecciones, como su nombre lo indica, forma parte de un cuerpo mayor, que en el tiempo, sumará otras colecciones con otras temáticas. Es un todo que se arma con partes, donde las distintas muestras, funcionarán como “fascículos” de la colección. A su vez,  en ésta como en todas las colecciones,  hay un relato que se arma con las obras de arte, en este caso es un relato posible sobre el mundo del hogar, de lo conocido, de lo íntimo.  Sin embargo, la idea de colección no se agota allí, también aparece en la medida que cada obra forma parte de otra colección de la cual es representativa, podrá ser  Doméstica de María Laura Vázquez, Relicarios de Claudia Schnaider o Retrato de Familia de Ornela Tarzia.


Además, en muchos casos,  la obra en sí misma es producto del coleccionismo de los artistas como práctica estética contemporánea. Muchos artistas coleccionan materiales, imágenes u objetos  cotidianos (botones, juguetes, fotos), los retiran de sus originales contextos de uso y función, para ubicarlos y  y/o modificarlos en una nueva configuración que los transforma en objetos estéticos significantes.


La frase de W. Benjamin “Para el coleccionista, la verdadera libertad de todo libro se encuentra en alguna parte en sus estantes”, nos muestra al libro como un objeto vital  y libre que encuentra su  “destino” en la ubicación y relación con otros libros, con los cuales generará conexiones nuevas e imprevistas. La frase alude además al rol del coleccionista,  como un personaje que cuidadosamente selecciona, adquiere y clasifica su pieza vinculándola con otras, salvándola tal vez de otros destinos.  ¿Semejanzas con el rol del curador?, ¿el curador es un coleccionista?


El curador es quien elige las obras de arte ubicándolas en relación con otras a partir de la cuales, genera un relato visual que es la exposición. El espectador por su parte, cuando ve la obra de arte y se apropia de ella simbólicamente, da lugar a todo un proceso perceptivo mediante el cual construye un relato personal. En ese proceso, la obra elegida es relacionada con otras obras de arte e imágenes, tanto presentes en la exposición como en su recuerdo, confluyendo en esa acción ideas, sensaciones y sentimientos. Entonces el espectador ¿no es también un poco curador, un poco coleccionista?.


Excepto los tradicionales álbumes de figuritas de la infancia que  en algunas pocas ocasiones  lográbamos completar, el resto de las colecciones tienen algo de organismo vital que se transforma. Con cada nueva incorporación el orden de ese todo cambia, generando otras interrelaciones y diálogos entre sí.
Estas ideas dieron origen al proyecto Pequeñas Colecciones, en el mismo, las colecciones artísticas reunidas a partir de una cierta temática, sin ser concebidas como completas ni suficientes, funcionan como un cuerpo orgánico, que recorriendo  distintos espacios de exhibición, dan lugar a otras colecciones. Colecciones estas últimas que se conforman en el tiempo, con las producciones que los visitantes aportan durante las actividades educativas y artísticas que se realizan en torno a la muestra.  Pequeñas Colecciones entonces, es una invitación a ser un poco coleccionista, curador, artista, una invitación a experimentar algunos de los roles creativos del mundo del arte.
Ana Luz Chieffo

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